Programa de Estímulos y Reconocimiento al Personal Académico Emérito
Programa de Estímulos y Reconocimiento al Personal Académico Emérito

maria emilia lucio gomez maqueo

María Emilia Lucio y Gómez Maqueo

Facultad de Psicología

María Emilia Lucio y Gómez Maqueo curso la licenciatura, la maestría y el doctorado en Psicología en la UNAM y la especialidad en psicoanálisis en el Instituto Mexicano de Psicoanálisis. Cuenta con 26 años ininterrumpidos en el SNI, en el cual es nivel III. Es responsable de la fundación de una sociedad y tiene membresía en otras 12. Actualmente es profesora Titular de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Psicología (FP) y coordinadora del programa de Maestría Profesional con Residencia en Psicoterapia Infantil.

Se formó con los grandes maestros de la filosofía como la Dra. Ana Mas y el Dr. Guillermo Curiel, de las neurociencias como el Dr. Augusto Fernández Guardiola y de la psicología y psiquiatría como los Dres. Agustín Caso y Ramón de la Fuente, y fue asidua seguidora de Erich Fromm. Durante su formación en la Universidad de Queens, Canadá, coincidió con el célebre maestro Donald T. Campbell, pionero en los diseños experimentales para la investigación.

Debido a esta rica base multidisciplinaria, eligió un camino diferente al de la psiquiatría, al del psicoanálisis en auge en ese momento y al de la observación de la conducta, para introducirse en la medición de constructos de la psicología clínica, útiles en la cultura mexicana e hispanoamericana. La originalidad de sus aportaciones a la psicología yace en que dejó atrás la práctica del diagnóstico binario (enfermo-sano) para introducirse en las escalas continuas de medición que dan paso a la psicología clínica científica.

La Psiquiatría Americana —con el advenimiento de El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSMV)— y la Organización Mundial de la Salud (OMS) —con la aprobación de la decimoprimera Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD 11), adoptada por la 72ª Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra— aban41donaron el diagnóstico binario como único componente, la primera hace tan sólo cinco años y la segunda en 2019, para adoptar un sistema híbrido que incorporó a las escalas psicológicas.

La Dra. Lucio se interesó particularmente en la atención a niños y adolescentes, pues éstos atraviesan una etapa fundamental para el desarrollo del cerebro y una época de oportunidad para intervenciones que les lleven a un sano desarrollo aun en presencia de ico y al desarrollo de la Facultad de Psicología de la UNAM; de hecho, participó en el proceso de separación de la escuela de Psicología de la Facultad de Filosofía y Letras y en la conformación autónoma del estudio de esta disciplina. Destacan también su propuesta curricular para la creación del Departamento de Psicología Clínica de la División de Estudios Profesionales en los años 70, en el cual se desempeñó como coordinadora durante 4 años, y su amplia colaboración en la estructuración de los programas del Departamento de Psicología Social, ambos de la Facultad de Psicología. adversidades, especialmente en la época del COVID-19. Justamente en este campo se ha destacado al introducir un modelo que engloba investigación, diagnóstico, psicoterapia y evaluación de impacto, en que la calidad y la intervención efectiva son componentes indispensables. En él participan diferentes disciplinas con un enfoque colaborativo, y está calificado por la OMS como el más prometedor para cerrar la brecha de atención.

Ha trabajado en la prevención de suicidio, problema que afecta principalmente a adolescentes y jóvenes. Desarrolló y probó un modelo de intervención para el gesto suicida acompañado de abuso de sustancias, como parte del Macroproyecto en Adicciones en la UNAM. Su labor ha sido reconocida ampliamente en la esfera internacional: durante el lanzamiento del Programa de Prevención del Suicidio de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para América Latina, fue invitada a coordinar la mesa de práctica clínica.

Adicionalmente, en el proyecto “Implementando prácticas basadas en evidencia en contextos latinoamericanos: Juventud y justicia, conducta suicida y prácticas parentales” del Bryn Mawr College, en colaboración con el Hospital Infantil Juan N. Navarro y el Centro de Investigación en Salud Mental Global del Instituto Nacional de Psiquiatría RFM, su modelo de prevención de suicidio fue elegido como el más prometedor para su aplicación en América Latina y para difundir la evidencia en este campo.

Fundó la Sociedad Mexicana de Suicidología y fue invitada a colaborar en la formación de especialistas de otras disciplinas, como la medicina y el trabajo social, en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina. Ahí, en colaboración con otros colegas contribuyó a un mejor posicionamiento de la contribución de la psicología en la atención de los problemas de salud mental. Ha participado en diferentes sociedades entre las que destacan el Colegio Nacional de Psicólogos, la Sociedad Mexicana de Psicología Clínica y la de Estrés, Trauma, Ansiedad y Resiliencia, esta última internacional.

Ha contribuido significativamente a la consolidación de la disciplina psicológica en México y al desarrollo de la Facultad de Psicología de la UNAM; de hecho, participó en el proceso de separación de la escuela de Psicología de la Facultad de Filosofía y Letras y en la conformación autónoma del estudio de esta disciplina. Destacan también su propuesta curricular para la creación del Departamento de Psicología Clínica de la División de Estudios Profesionales en los años 70, en el cual se desempeñó como coordinadora durante 4 años, y su amplia colaboración en la estructuración de los programas del Departamento de Psicología Social, ambos de la Facultad de Psicología.

También es notable su participación en numerosos cuerpos colegiados de la UNAM. Fue miembro entre 1994 y 1998 del Comité Técnico de Becas de la DGAPA, por nombramiento del rector. Ha sido y es consejera técnica de la Facultad de Psicología en tres periodos (1993-2000, 2007-2013 y 2019-2023). Fungió como representante ante el Consejo Académico del Área de las Ciencias Sociales y miembro de diversas comisiones dictaminadoras, tanto en la Facultad de Psicología como en otras entidades de la UNAM. Fue jefa del Departamento de Psicología Clínica de la División de Estudios de Posgrado y coadyuvó a la creación de la Residencia en Psicoterapia Infantil de la maestría en Psicología de la UNAM en el año 2003, la cual coordina desde el año 2009.

Su trabajo ha formado parte del Plan de Estudios 2008 de la Facultad en la inclusión de las prácticas profesionales como parte del currículo. Desde 2009, ha presidido el programa de residencia en psicología infantil y de la adolescencia en la maestría en Psicología, en la cual ha formado a 12 generaciones (158 estudiantes). Sus libros son usados en otras escuelas de psicología en México y en América Latina. Ha sido profesora visitante en las universidades de Kent, Ohio, EUA; Barcelona, España, y Temuco, Chile. Sus libros se han adoptado como texto central de innumerables asignaturas de los planes de estudio de un grupo numeroso de instituciones universitarias nacionales e internacionales. Su trabajo ha sido citado en las principales revistas de su campo (987 citas) y en tesis de alumnos de la UNAM y otras universidades (20 universidades de diferentes países, como la Universidad de Toulouse y la Heireich Heine de Dusseldorf, Alemania).

Es reconocida como pilar de la formación de profesionistas. Durante 53 años, ha formado especialistas con 240 cursos curriculares impartidos a más de 2120 alumnos; 176 de ellos se graduaron con tesis bajo su dirección, 88 de ellas de grado. Alumnos formados por ella en el tema del suicidio y que adoptaron su modelo, ahora profesionistas independientes con contribuciones propias, aportan sus conocimientos en el desarrollo de programas nacionales. Entre ellos se encuentran el Dr. Quetzalcóatl Hernández, quien coordina el doctorado en Psicología de la Universidad Iberoamericana en Puebla y es miembro fundador y actual presidente de la Asociación Mexicana de Suicidología; la Dra. Paulina Arenas Landgrave, actualmente profesora titular de la Facultad, quien colabora institucionalmente con la Secretaría de Salud y la OPS/OMS-México en la capacitación de especialistas y el desarrollo de políticas públicas para la implementación del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, y el Dr. Alejandro Vázquez, quien colabora con la OPS en la evaluación del Plan Nacional de Prevención de Suicidio en el estado de Durango.

Otros cuadros formados por ella incluyen a la Dra. Norma Angélica Ortega Andrade, quien fue jefa del Área Académica de Psicología y actual líder del cuerpo académico Salud Emocional en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, así como a la Dra. Blanca Barcelata Eguiarte de la FES Zaragoza y la Dra. Amada Ampudia Rueda de Ciudad Universitaria, ambas académicas distinguidas en su área y líderes de líneas de investigación sobre resiliencia y evaluación de personalidad, respectivamente. Dos de sus alumnas formadas en la Residencia en Psicoterapia Infantil de la maestría en Psicología de la UNAM han sido contratadas para trabajar en EUA en instituciones que atienden problemáticas infantiles.

También conformó, con alumnos y colegas, un grupo de investigación sólido en el ámbito del estrés, la ansiedad y la resiliencia en población infanto-juvenil que continúa aportando (19 alumnos en formación han recibido el beneficio de esta iniciativa). La doctora Lucio se adelantó a su tiempo al incluir a los usuarios de sus servicios y a sus familiares en el grupo, cuya participación es hoy considerada indispensable para el desarrollo e implementación de programas.

Cuenta con 96 artículos en revistas indizadas, 57 internacionales y 52 en coautoría con sus alumnos. Ha publicado también 13 libros, uno de ellos con cuatro rediciones, y 25 capítulos de libro. Entre sus libros están El psicodiagnóstico del niño, que trascendió fronteras y está en su cuarta edición revisada, y Psicopatología. Riesgo y tratamiento de los problemas infantiles, el cual fue escrito junto con sus alumnas de la maestría, así como otros que abordan temas como el embarazo adolescente, el afrontamiento en niños con cáncer y la violencia entre los jóvenes.

También desarrolló instrumentos de medición ampliamente usados como el Inventario de Riesgo Suicida para Adolescentes (IRISA), la Batería de Evaluación Infantil, la Escala de Afrontamiento para Adolescentes y el Cuestionario de Sucesos de Vida.

Coordinó la traducción y adaptación cultural del Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota: MMPI-2 y el Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota para adolescentes: MMPI-A. Desarrolló y evaluó criterios de diagnóstico propios para la cultura mexicana; encontró equivalencias con las evaluaciones norteamericanas, pero con diferencias en el punto de corte para el diagnóstico, por lo que se recomendó usar la versión mexicana con sus manuales para adultos y adolescentes, aprobados por la Universidad de Minnesota. Butcher (2018) cita en su artículo Fifty historical highlights in using MMPI/ MMPI-A with adolescents: “Lucio y sus colegas (1994, 2000, 2001, 2002) realizaron extensa investigación en la versión oficial mexicana del MMPI-2, incluyendo el desarrollo de normas mexicanas tanto para el MMPI-2 como para el MMPI-A”.

El uso de su método se extendió de la práctica clínica al escenario educativo, laboral (para selección de personal) y médico. Adaptó formatos de respuesta para México, así como la calificación de subescalas y de la prueba total utilizando la tecnología. Con este método apoyó a 52 instituciones y grupos: la UNAM y otras universidades; instituciones públicas como el DIF, Oceánica y la Cruz Roja; hospitales y centros de tratamiento; la policía, ministerios públicos, el consejo tutelar, judicaturas del entonces Distrito Federal y de la Federación; personas en prisiones; la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Banco de México y DIPSA (para selección de personal).

En el ámbito médico, apoyó en el análisis de muestras clínicas de personas con osteoporosis, cáncer cérvico, lupus, infartos, colon irritable, dependencia al alcohol, dermatitis y secuelas de maltrato infantil en diferentes entidades. Su trabajo sobre el estudio de la personalidad fue un parteaguas en la psicología como ciencia y ha trascendido como un modelo tanto para alumnos como para profesionales de la psicología y la salud. La adaptación cultural de instrumentos universales ha permitido la comparación con los indicadores en otros países.

Sus contribuciones en los campos de la prevención del suicidio y el estudio del estrés y afrontamiento en niños han sido pioneras en México para establecer los vínculos entre la investigación de los procesos psicológicos mediante técnicas psicométricas y su uso en el diagnóstico, la prevención y la intervención para resolver problemas de salud mental de diversas poblaciones del continente americano y de otros países.

A lo largo de su trayectoria, ha recibido varios reconocimientos. En 2015 le fue otorgado el Premio Nacional del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología A.C., que reúne a las escuelas y facultades de psicología del país, por su trayectoria en la enseñanza e investigación de la psicología. Ganó en 2011 el Premio Sociedad Mexicana de Psicología y el Premio Sociedad Mexicana de Psicología, y también recibió el premio a la Psicología de la Universidad de Hidalgo en reconocimiento a su trayectoria académica y a su contribución a la docencia en Psicología. Por su papel en la difusión de la cultura recibió un reconocimiento de la editorial El Manual Moderno por su destacada trayectoria en el ejercicio profesional y por su valiosa contribución al desarrollo de la psicología.

Igualmente fue galardonada en 2017 con el premio internacional STAR Lifetime Career Award de la Sociedad de Estrés, Trauma, Ansiedad y Resiliencia por su trayectoria y contribuciones en este campo. Adicionalmente, México, con la representación de la Dra. Lucio, fue el primer país aceptado en esta sociedad fuera de Europa y EUA. Una de sus alumnas destacadas, la Dra. Paulina Arenas Landgrave, recibió de esta misma entidad el STAR Student Development Award por el mejor trabajo de un estudiante.

Se trata sin duda de una académica excepcional. Así lo hacen constar su trabajo en las tres áreas sustantivas de la Universidad (la docencia, la investigación y la difusión de la cultura); su trabajo institucional en favor de la UNAM, de la FP y del desarrollo de la disciplina, y la productividad e impacto de su trabajo en el quehacer del psicólogo dentro de la UNAM y en otros escenarios.

Sus contribuciones en políticas públicas, entre las que sobresalen las dirigidas al cuidado de la salud mental y el suicido y la propuesta de un modelo clínico que incluye investigación, diagnóstico, psicoterapia y evaluación, hicieron posible la sistematización de la atención, la replicabilidad de hallazgos, la evaluación de intervenciones preventivas y el tratamiento, así como la comparación transcultural en estas áreas.

Por la formación de especialistas que siguen difundiendo y avanzando en estos campos de conocimiento, por sus contribuciones teóricas y prácticas en la psicología, y por la cont inuación de sus aportes de la mano de sus estudiantes, la Dra. Lucio se ha hecho digna merecedora de recibir el emeritazgo de la UNAM.



Publicación: Día del Maestro 2022. Profesores e Investigadores Eméritos nombrados por el Honorable Consejo Universitario. Universidad Nacional Autónoma de México 2022. p.p. 40-47.